miércoles, marzo 15, 2006

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Para todo ser humano lo más valioso con lo que cuenta es su vida, pero es importante que esta vida esté plena de libertad, que sea una vida ajena a crueldades inhumanas, lejos de discriminaciones; una vida en la que los hombres y las mujeres seamos iguales, donde la justicia sea aplicada imparcialmente sin consideraciones de sexo, raza, nacionalidad, religión y otros.
Los seres humanos por nuestra naturaleza somos libres e iguales, ¿quién puede tener el derecho de privarnos de nuestra libertad?, ¿quién puede tener la facultad de convertirnos en esclavos, o quitarnos el derecho a instruirnos o pensar?

La respuesta parece irónica, pero el propio ser humano, institucionalizado en gobiernos dictatoriales o tiránicos con afán de poder, es el que a lo largo de la historia ha realizado acciones que degeneraron en la esclavitud, no sólo física, sino cultural e espiritual.

Es el hombre el que ha propiciado la concentración de riqueza, la guerra, los crímenes y abusos, violando así los principios naturales de convivencia armónica que deberían existir entre las personas.

Sin embargo, somos los propios seres humanos quienes también hemos luchado para exigir que nuestra vida se desarrolle en un marco de libertad, de seguridad y de igualdad. Es así, como la lucha contra la injusticia existe desde que existe el ser humano. En todas las culturas encontramos que ha habido normas y sanciones que se empleaban, de acuerdo a sus valores, a todas aquellas conductas que eran consideradas como indebidas, injustas e indignas. Desde siglos atrás se han elaborado documentos para detener el poder excesivo de los gobernantes y cada uno de éstos, en su momento, promovió leyes con la finalidad de que los derechos de hombre y mujeres fueran respetados.
De todos estos documentos históricos llegamos a lo que se considera como la proclamación básica de los derechos inalienables e inviolables de los seres humanos: la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos ha llegado a convertirse en el referente para que las personas, los Estados y las instituciones actúen con respeto hacia todos los seres humanos y se llegue a lograr que la vida sea digna para todos y todas.

Los Derechos Humanos y de la Declaración Universal de los mismos, constituye algo que les es debido a los seres humanos y a los pueblos por la eminente dignidad humana y por aquellos valores como la libertad, la igualdad y la solidaridad.

Adriana Apud P.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien por tu información, el tema de la mujer por demás interesante para nosotras, sería importante que nuestros compañeros hombres participaran con su opinión, sin que esta fuera un tanto paternalista, en son de aceptación de un tema que para ellos les es, algunas veces, tedioso o hasta fastidioso, si no, con una opinión honesta y objetiva.
Luz María