lunes, mayo 11, 2009

HAY QUE QUERER QUERER


El Parkinson, muy avanzado, ahora le impide hablar. Solía decir frases muy sabias que todos, sus amigos y familia, recordamos con cariño: "Hay que crear los buenos ratos; los malos llegan solos". "La suerte y los pendejos nunca andan juntos". "Llórate pobre, pero no te llores solo". "Cobra quien cobra". "Es más fácil crear que mantener". "Hay que ver finales, no principios". "Orden dada y no vigilada, vale para una chingada". "Para querer, hay que querer querer". Y muchas otras que la falta de espacio me impide transcribir.
Mi papá tenía una gran habilidad, un sentido especial para conocer a las personas, para leerlas y caerles bien, para conectarse con ellas de inmediato. Así que, un día, en su cincuenta aniversario de casados, con mucha dificultad, alcanza a formar dos frases que hacen enmudecer a toda la familia: "Si quieres ser feliz, haz feliz a tu pareja". Y "Si quieres que te quieran, quiere". Con esto, responde a la pregunta de Macarena: "¿Qué nos aconseja para tener un buen matrimonio?".
Alguna vez, en este mismo espacio, comenté el impacto que tuvo sobre mí la segunda frase. Me confrontó, me provocó a revisar cómo cumplía con ella en mi vida de pareja. Fue tanto lo que se quedó dando vueltas en mi cabeza, que no atendí a la primera ni a su sentido: "Si quieres ser feliz, haz feliz a tu pareja".
Ahora la retomo y, bien vista, significa un acto de generosidad constante: el detalle, la palabra cariñosa, el ceder, el abrazo que provoca sin remedio un círculo virtuoso. Hay que querer querer.
Lo curioso es que la magia surge en el momento en que empiezo a enamorarme de mí, de la vida, de mi trabajo. Ese amar en la vida es lo que enciende la felicidad con el otro. Cuando amas, eres más amable. Cuando sólo ves tus defectos, ves los del otro y los de la vida misma. El teólogo y amigo Roberto Pérez lo expresa en una frase que me gusta mucho: "Las cosas no son como las vemos, las vemos como somos".
Si esperas a sentirte feliz antes de amarte a ti, a la vida, a tu pareja, a tus hijos, a tu trabajo, creo que esperarás toda la vida.. Por ejemplo, trata de odiar a una persona y, al mismo tiempo, ser feliz. Trata de estar enojado con alguien y sentir paz. Trata de engañar a alguien y sentirte segura. Trata de culpar al otro y de no sentirte culpable. ¡No puedes!
Lo que le haces al otro, te lo haces a ti mismo. Ahora que, si amas, demuéstralo, exprésalo, comunícalo. Con frecuencia damos por hecho que el/los otros lo saben. Y es precisamente esto lo que abre la puerta a los problemas.
LA LLAVE DE LA FELICIDAD
¿Por qué no aprovechar estas fechas y provocar una plática abierta, honesta, en la que hablemos con nuestra pareja y nos preguntemos cómo podemos ser más felices? "¿Sabes lo que te quiero? ¿Cómo puedo hacértelo sentir mejor?". Quizá nos haga falta reservar más tiempo para estar solos, salir a tomar una copa, a platicar, a estar. Tal vez nos haga falta divertirnos y reír más. Abrazarnos, bailar juntos, propiciar momentos de intimidad. Hay que querer querer.
Cuando en la pareja las cosas se ponen tensas, difíciles, la solución es acercarse más, nariz con nariz. Entre más te alejas, más fácil es anestesiar las emociones, reprimirlas.
En el libro Happiness Now, del doctor Robert Holden, encuentro un poema (imagino que escrito por él) que me gustó mucho: "Si hay amor, la pena respira, las lágrimas sonríen, el dolor es más suave, la culpa pierde su filo, el juicio olvida a quién juzgar, el miedo ya no se asusta, la separación termina".
Donde hay amor, estás tú. Y mi papá agregaría: "...y tu felicidad también".
"Lo que le haces al otro, te lo haces a ti mismo.. Ahora que, si amas, demuéstralo, exprésalo, comunícalo. Con frecuencia damos por hecho que los otros lo saben. Y es precisamente esto lo que abre la puerta a los problemas".


Por Gaby Vargas

miércoles, abril 22, 2009

EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA





'Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies,
si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca,
ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo,
es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa
y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos,
ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño
temporalmente por hacer felices a los demás.
Una mujer exquisita no es la más ardiente
(aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy
ardientes...Los que estamos fuera de foco somos los
hombres), sino la que vibra al hacer el amor solamente
con el hombre que ama.
Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser
admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de
carácter que puede decir NO.
Y un HOMBRE........ UN HOMBRE EXQUISITO
es aquel que valora a una mujer así..............
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera....
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento.....
Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles,
desde lavar platos y atender tripones,
hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes...
La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso
de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido...
¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo
solamente por la vistosidad de su empaque...
¡Tonto y mil veces tonto el hombre que come basura en la calle,
teniendo un exquisitito manjar en casa.


Por Gabriel García Márquez

viernes, marzo 27, 2009

INFORMACIÓN MÉDICA

Esto es algo que las mujeres debemos tomar muy seriamente. Por favor, pasa esto a tus seres amados y a tus amistades.
Información médica
Ella comentó no sentirse bien... Le dolía la espalda... Se iba a recostar un rato hasta que se le pasara... Un rato más tarde su esposo fue a ver cómo seguía y la encontró sin respiración... No la pudieron revivir.
Yo sabía que los ataques cardíacos en las mujeres son distintos, pero nunca imaginé nada como esto. Esta, es la mejor descripción que he leído sobre esta terrible experiencia.....
¿Sabías que los ataques cardíacos en las mujeres raramente presentan los mismos síntomas 'dramáticos' que anuncian el infarto en los hombres? Me refiero al dolor intenso en el pecho, el sudor frío y el desvanecimiento súbito que ellos sufren y que vemos escenificados en muchas películas.
Para que sepan cómo es la versión femenina del infarto, una mujer que experimentó un ataque cardíaco nos va a contar su historia:
'Yo tuve un inesperado ataque al corazón como a las 10:30 p.m., sin haber hecho ningún esfuerzo físico exagerado ni haber sufrido algún trauma emocional que pudiese desencadenarlo. Estaba sentada muy abrigadita con mi gato en las rodillas. Leía una novela muy interesante, acurrucada en mi pijama preferida y muy relajada, mientras pensaba: '¡Qué rico, esto es vida...!'.
Un momento más tarde, sentí una horrible sensación de in digestión, como cuando - estando de prisa - uno se come un sándwich, tragándolo con un poco de agua y parece que uno tuviese una pelota que baja por el esófago muy despacio, medio atragantándonos.
Es entonces que uno se da cuenta que no debería comer tan de prisa y que debería masticar más despacio y mejor, además de tomarse todo un vaso de agua para ayudar al proceso de digestión.
Esta fue mi sensación inicial... El 'único problema' era que yo NO HABÍA comido NADA desde las 5:00pm...
'Después, desapareció esta sensación y sentí como si alguien me apretara la columna vertebral (pensándolo bien, ahora creo que eran los espasmos en mi aorta). Luego, la presión comenzó a avanzar hacia mi esternón (hueso del que nacen las costillas en el pecho). El proceso continuó hasta que la presión me subió a la garganta y la sensación corrió entonces hasta abarcar ambos lados de mi quijada.
'AJA!!! En ese momento, supe realmente qué estaba pasando conmigo... Creo que todos hemos leído o escuchado que el dolor en la quijada es señal de un ataque al corazón.
'¡Santo Dios, creo que tengo un ataque al corazón!' le dije al gato. Bajé los pies del futon y traté de dirigirme hacia el teléfono pero caí al suelo.
Entonces me dije: 'Esto es un ataque al corazón y no debería caminar hasta el teléfono ni a ningún otro lugar, pero... si no le dejo saber a nadie lo que me está pasando, nadie me podrá ayudar... Y si me tardo, quizá no pueda moverme después'.
Me levanté ayudándome con la silla y caminé despacio hacia el teléfono para llamar a emergencias. Les dije que creía que me estaba dando un ataque al corazón y descr ibí mis síntomas. Tratando de mantener la calma, informé lo que me ocurría. Ellos dijeron que vendrían de inmediato y me aconsejaron acostarme cerca de la puerta después de haber quitado el seguro para que ellos pudiesen entrar y encontrarme rápidamente.
Seguí sus instrucciones, me acosté en el suelo y casi inmediatamente, perdí el conocimiento. No recuerdo cuándo ni cómo entraron los médicos ni cuan largo fue el viaje en la ambulancia. Pero vagamente recuerdo haber abierto los ojos al llegar al hospital y ver que el cardiólogo me estaba esperando listo para ingresarme a la sala de operaciones. El médico se acercó y me hizo algunas preguntas (creo que preguntó si había tomado algún medicamento) pero yo no pude contestar ni entender lo que me decía porque volví a perder el conocimiento. Me desperté cuando el cardiólogo -como me enteré al cabo de unas horas- había ensartado un pequeño balón en mi arteria femoral para instalarme dos 'stents' que mantuv iesen abierta mi arteria coronaria del lado derecho.
Sé que parece que todo lo que hice antes de llamar a la ambulancia hubiese tomado unos 20-30 minutos, pero en realidad apenas me tomó 4-5 minutos... Y, gracias a mis explicaciones precisas, los médicos ya estaban esperándome listos para atenderme adecuadamente cuando llegué al hospital.
Ustedes se preguntarán por qué les cuento todo esto con tanto detalle 'engorroso'... Es simplemente, porque quiero que todos sepan lo que yo aprendí después de esta terrible experiencia.
Paso, entonces a resumirles algunos puntos:
1. Tengan en cuenta que sus síntomas probablemente no se parecerán en nada a los que padecen los hombres. Yo, por ejemplo, sentí el dolor en el esternón y la quijada.
Se dice que muchas más mujeres que hombres mueren en su primer (y último) ataque cardíaco porque no identifican los síntomas y/o los confunden con los de una indigestión. Entonces, toman un digestivo y luego se van a la cama esperando que la molestia desaparezca durante la noche. También, porque -por razones culturales- las mujeres estamos acostumbradas a tolerar el dolor y la incomodidad más que los hombres. Queridas amigas: Quizá sus síntomas no sean iguales a los míos, pero, por favor, no pierdan el tiempo. LLAMEN a la AMBULANCIA, si sienten que su cuerpo experimenta algo 'extraño'. Cada quien conoce el estado natural (normal) de su cuerpo. Más vale una 'falsa emergencia' a no atreverse a llamar y perder la vida...
2. Noten que dije 'llamen a los Paramédicos/Ambulancia'. AMIGAS, el tiempo es importante, no traten de manejar ustedes ni dejen que sus esposos o familiares las lleven al hospital. Además de que nadie está en condiciones de manejar sin que los nervios lo traicionen, sus síntomas pueden agravarse camino al hospital y complicar las cosas. Tampoco es recomendable Llamar AL DOCTOR para que venga a la casa. Además de perder minutos preciosos, pocos médicos llevan en su carro el equipo 'salvavidas' necesario en estos casos; la ambulancia, sí está totalmente equipada. Principalmente, tienen el oxígeno que necesitarás de inmediato. En todo caso, el hospital notificará a tu doctor después.
3. No crean que no pueden padecer un ataque cardíaco porque su colesterol es n ormal o 'nunca han tenido problemas cardíacos'. Se ha descubierto que el colesterol por sí solo (a menos que sea excesivo) raramente es la causa de un ataque cardíaco. Los ataques al corazón son el resultado de un stress prolongado que hace que nuestro sistema segregue toda clase de hormonas dañinas que inflaman las arterias y tejido cardíaco.
Por otro lado, las mujeres que están entrando en la menopausia o ya la pasaron, pierden la protección que les brindaban los estrógenos, por lo que corren igual riesgo de padecer problemas cardíacos que los hombres.
Un cardiólogo dijo que si todas las mujeres recibimos esta información, podemos estar seguras de que al menos UNA vida se salvará. Por lo tanto, sé buena amiga y envía este artículo a todas las mujeres que te son tan queridas...

Liliana Toledo Jara

lunes, marzo 23, 2009

¿Quiénes manejan mejor? ¿Ellos o ellas?


Con motivo del día anglosajón de la madre, hoy 22 de Marzo, la organización de seguridad vial The Guild of Experienced Motorists (GEM) ha recordado que las mujeres conducen mejor que los hombres, de acuerdo a parámetros objetivos.

El accidente típico de una mujer es a baja velocidad, especialmente en intersecciones, pocas veces acaban en muerte o heridos graves. Sin embargo, los hombres tienen accidentes que suelen estar más ligados a asumir conductas de riesgo e infracciones de normas de circulación.

De hecho, en 2006 el 87% de los conductores multados en Reino Unido fueron hombres, y los que condujeron de forma peligrosa fueron 96% hombres también. ¿Alguien está sorprendido por esto? Desde luego no. Los conductores del sexo masculino conducen un 30% más que las mujeres, de acuerdo a las estadísticas. Sin embargo, esa diferencia de kilometraje no sirve para justificar los elevadísimos porcentajes de infracción de los hombres.

Una explicación científica es el gusto masculino por el riesgo. Las diferencias afloran cuando hablamos de segmentos jóvenes, hasta los 25 años. Cuando se va haciendo mayor el conductor, reduce dichos niveles y tiende a conducir de forma más segura.

Otra explicación se debe a nuestra historia evolutiva. El hombre es asocia a la fuerza, agresividad, riesgo, mientras que la mujer tiene más empatía y tiende a preservar la vida, ya que tiene la capacidad de crearla, según dice el máximo responsable de esta organización. Según la Organización Mundial de la Salud por cada mujer que muere en accidentes de tráfico, fallecen tres hombres.

Hablando en un contexto global, y sabiendo que como en todo hay excepciones, la mayoría de las mujeres no son tan entusiastas el mundo del motor.

Eso sí, se ha está comprobado que su presencia en las carreteras afecta menos de forma negativa a la seguridad de todos, estos números nos deben ponen a pensar que: ni ellas conducen tan mal, ni nosotros tan bien.


ProdigyMSN/Autos

BETANCOURT y su análisis sobre DIOS

jueves, marzo 19, 2009

SER MUJER EN MÉXICO

La historia de la celebración del Día Internacional de la Mujer, surgió como consecuencia de las luchas de valores y derechos y en la que intervienen valores ideológicos, políticos, territoriales, fanatismo religioso, cultura, principios de predominio, riqueza y poder entre tantos elementos que intervienen en éste asunto.

Si bien es cierto, la mujer en su conquista de derechos e igualdad ha ido avanzando, aún quedan muchas áreas de desarrollo en el mundo en los cuales el papel de la mujer continúa siendo relegado. Los avances que ha obtenido la mujer en el ámbito social, político, deportivo, artístico, cultural, educativo, modas, científico, letras, profesional, financiero, empresarial, ejecutivo, trabajo, etc., han sido muchos, y aunque no han sido debidamente reconocidos estos avances y aún les falta mucho terreno por conquistar sigue manteniéndose una cotidiana lucha porque se respeten sus derechos.

En la sociedad antigua el Matriarcado fue la primera organización social de los pueblos antiguos, la deidad y la presencia de la mujer era determinante en la sociedad primitiva, en esta fase el hombre vivió originalmente en un estado de promiscuidad sexual, la cual excluye cualquier certeza de la paternidad, y el parentesco solamente se guiaba en la línea femenina, y las madres eran los únicos padres de la generación joven, esto determino una posición de tan alto respeto y honor que se convirtió en la fundación del Matriarcado, mas adelante en el desarrollo social se llevo a cabo una transición a la monogamia, por la que la mujer pertenece a un solo hombre, lo que da pie al Patriarcado, por ende la mujer pierde poder social, y político y se le obliga a tomar un papel mas hogareño para el cuidado de los hijos y la recolección de alimentos y su elaboración para el consumo familiar.

Ahora bien, en nuestra sociedad patriarcal y machista el lugar de la mujer ha sido relegado a la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano. Y quizás el único rango matriarcal importante que tiene es el de la Virgen de Guadalupe la cual evoca directamente en la Madre de familia, pero este icono femenino solo existe dentro del terreno de la devoción y no alcanza a instaurar una nueva estructura matriarcal, porque no es una figura de autoridad sino de maternidad. Y aquí el mexicano macho entra en contradicción, ya que respeta mucho a la madre, pero golpea a su pareja. A la madre no se le toca porque se le clasifica dentro de la categoría de lo sagrado, a la que la pareja no pertenece, y no es la figura femenina que reina en el corazón del mexicano, donde el orden patriarcal y el abuso a las mujeres es cotidiano.

Existen en México leyes que refuerzan el ideal machista del mexicano, como el establecimiento de la penalización de dos días a dos años de cárcel al hombre que mate a su mujer, por “cuestiones de honor”, o la ley que exime al que comete estupro o rapto si este contrae matrimonio con su victima. Y en el terreno religioso, solo basta recordar las recomendaciones del Arzobispado de México hacia las mujeres para que estas no usen ropa provocativa, ya que estas estimulan el eros del hombre.

Se estima que en México una de cada tres mujeres ha sido sometida a abuso emocional severo, y de ellas, al menos 10 por ciento enfrenta una agresión grave, y están inmersas en relaciones de abuso y maltrato constante.

De cada 100 mujeres de 15 años y más, 43 indican haber vivido situaciones de violencia emocional, física o sexual en su último vínculo con una pareja, a lo que se suma que cada año se realizan 3 mil divorcios principalmente por la violencia intrafamiliar.

En los casos en que existe violencia no sólo influyen aspectos sicológicos, también hay un factor social, pues la relación de pareja se establece de manera inequitativa, desigual y jerárquica. Las conductas y actitudes destructivas se dan en varias relaciones, pero en las que se construyen en el matrimonio tienden a ser fácilmente reproducidas.

Los efectos de la violencia en la pareja, que afecta principalmente a las mujeres, al menos 19.4 por ciento de las víctimas dejó de comer, 15.6 por ciento ya no salió de casa; 12.1 dejó de ver a sus familiares y amigos, mientras que 5.4 por ciento ya no estudió. A ello se suma que al menos 48 por ciento de las mujeres afectadas por la violencia sintió tristeza, aflicción o depresión; 20 por ciento padeció insomnio y 23.5 por ciento tuvo pérdida o aumento del apetito, y 31.3 por ciento tuvo problemas nerviosos.

En resumen existe una constante agresividad hacia las mujeres mexicanas y recordemos que la crueldad contra seres vivos es parte del proceso educativo en la deshumanización.

Te invito a reflexionar y que luches, junto con tu pareja, a una mejor relación humana y de completa comprensión y amor para ambas partes.

Liliana Toledo Jara